Inicio > Gestión > Gestión y liderazgo > Personas difíciles: ¿cómo tratarlas en el lugar de trabajo?

Personas difíciles: ¿cómo tratarlas en el lugar de trabajo?

Publicado el 24 de agosto de 2021
Compartir esta página :

Las “personalidades difíciles” de ciertos empleados pueden degradar el desempeño de un equipo o incluso de la empresa, aumentar los riesgos psicosociales y dañar la marca empleadora. Nuestra experta Stéphanie Roels nos da sus consejos para gestionar los cuatro tipos de personalidad más difíciles en los negocios.

personalidades difíciles - ORSYS

Estas son cifras que llaman la atención sobre: 20 a 25 % de directivos tienen un trastorno de personalidad, según un estudio realizado entre 11.862 directivos*. No existen estadísticas oficiales sobre la prevalencia de este tipo de trastornos en el trabajo, es decir, para todas las categorías de trabajadores juntas. Pero, en la población general, la prevalencia ronda los 10 %. En otras palabras, ¡los gerentes están sobrerrepresentados!

Un trastorno de la personalidad conlleva un mayor riesgo de comportarse, intencionadamente o no, de manera inapropiada. Por supuesto, todos somos susceptibles a comportamientos que a veces los demás pueden percibir como difíciles. Estas conductas pueden perjudicar nuestro desempeño profesional o el de los demás. Especialmente cuando estamos estresados, cansados o deprimidos. Sin embargo, los individuos con las personalidades más difíciles exhiben una riesgo permanente de comportarse de manera inapropiada.

Dentro de la empresa podemos encontrarnos con este comportamiento inadecuado en varios niveles:

  • un gerente puede tener que gestionar a un empleado con una personalidad difícil;
  • un directivo puede tener una personalidad difícil para sus compañeros.

Pero, antes que nada, ¿qué es una personalidad difícil?

La personalidad se refiere a un conjunto de características psicológicas permanentes en un individuo: cognitivas, emocionales y conductuales. Todos tenemos una personalidad única. Dicho esto, observar correlaciones entre rasgos de personalidad nos permite diferenciar entre tipos de personalidad.

Cuando hablamos de personalidades difíciles, en realidad hablamos de trastornos de personalidad que corresponden a tipos de personalidad patológicos. Para calificar la personalidad como patológica, tres criterios se debe reunir:

  • el sufrimiento de la persona y/o de quienes la rodean;
  • su rigidez, es decir su baja capacidad de adaptación;
  • la estabilidad de este estado en el tiempo.

Tenga en cuenta que existe una gradación entre casos leves y casos graves.

¿Cuáles son los riesgos para la empresa?

Un gerente que supervisa una personalidad difícil corre el riesgo de centrarse demasiado en ella a expensas de los demás. Ante el fracaso, puede sentirse impotente y perder la confianza en sí mismo. Dentro de los equipos afectados, esto aumenta la riesgos psicosociales, EL Rotación y elabsentismo.

En términos más generales, para la empresa, estas situaciones perjudican la cooperación, el desempeño general y la marca empleadora.

Manejar personalidades difíciles de manera efectiva Por ello, es fundamental prevenir estos riesgos y preservar el clima social, la confianza de los empleados en su gestión y el desempeño de la empresa.

¿Cómo reconocer y gestionar personalidades difíciles?

En el negocio, Los cuatro tipos de personalidad más difíciles de manejar. En las funciones directivas están el desconfiado, el perfeccionista, el rey y el depredador. ¿Sabes cómo identificarlos en tu círculo profesional? ¿Qué comportamientos debería adoptar para gestionar este tipo de situaciones en el trabajo, o incluso protegerse? Descripción general…

1/ Los sospechosos

La persona sospechosa tiene un trastorno de personalidad paranoide. Este trastorno se refiere 7.3 % de directivos*.

¿Cómo reconocerlo?

Inmediatamente sentirás tensión en la relación, como si tuvieras que estar a la altura. La persona sospechosa al principio se muestra distante. Se mantiene en guardia porque duda de la lealtad de los demás. Secreto y aislado, no pide consejo a sus compañeros y muestra una excesiva necesidad de hacerlo todo él solo. Orgulloso, no se siente reconocido por su verdadero valor, denigra a los demás y se queja de ellos constantemente. Bajo una fuerte tensión, se vuelve muy procesal por espíritu de venganza. Rígido, es muy susceptible y no acepta críticas. Se imagina que la gente chismea sobre él y malinterpreta acontecimientos triviales. Genera conflictos perpetuos. Tantas actitudes que imposibilitan establecer relaciones verdaderamente colaborativas.

¿Cómo gestionarlo?

Frente al sospechoso, debes limitar sus interpretaciones paranoicas y sus reacciones ante el estrés. Háblale con sencillez y claridad. Evite las insinuaciones y la ambigüedad. También asegúrese de permanecer lógico, consistente, predecible y confiable. Para prevenir conflictos y tensiones, renunciad a las luchas de poder. Para ello, no entres en debates de ideas y no intentes razonar con él. Ahorra tu ego respetando escrupulosamente las formas. Sea cortés, tranquilo y profesional.

Con los sospechosos, recuerda estas dos palabras clave: claridad y formalidad.

2/ El perfeccionista

El perfeccionista tiene un trastorno obsesivo de la personalidad. Este trastorno se refiere 11.6 % de directivos*.

¿Cómo reconocerlo?

El perfeccionista se preocupa por los detalles, las reglas, la organización y los planes. el se muestra Concienzudos o incluso rígidos en cuestiones de procedimientos.. Se aferra a sus valores y a sus opiniones. En consecuencia, le falta altura y puede perder de vista el objetivo de su acción. Excesivamente dedicado, también puede Estar involucrado profesionalmente hasta el agotamiento. en caso de una gran carga de trabajo durante un período de tiempo significativo.

Como un manager, el perfeccionista se muestra autoritario y sobrecontrol. Es muy sensible a las críticas de su jerarquía.

¿Cómo gestionarlo?

Gestionar al perfeccionista es ante todo limita tu estrés y las reacciones resultantes (rigidez, exceso de trabajo, control excesivo, etc.). Además, permítale planificar y organizar su trabajo a su manera. Ahórrale emergencias y cambios de horario. Muéstrate confiable, riguroso y puntual. Asegúrese de expresar su agradecimiento por su organización y rigor.

Para preservar tu desempeño profesional, debes respetar tu zona de confort. En otras palabras, no lo coloques en una función que requiera creatividad, adaptación o flexibilidad.

3/ El rey

El rey exhibe un grandioso trastorno de personalidad narcisista. Este trastorno se refiere 10.3 % de directivos*.

¿Cómo reconocerlo?

El rey se cree por encima de la ley en virtud de su superioridad. Muestra comportamientos arrogantes y espera que sus demandas sean atendidas como una prioridad. Se cree especial: sólo las personas de alto nivel pueden entenderlo. Megalómano, es habitado por fantasías de logros grandiosos cuyo logro radica en la simple expresión de su inmenso talento. Para él, nada puede igualar el poder de su incomparable genio natural. No le sirve el razonamiento racional basado en datos fácticos. Manipulador, utiliza a los demás. para lograr sus propios fines. Le falta empatía. En otras palabras, no identifica ni tiene en cuenta los intereses y sentimientos de los demás.

¿Cómo gestionarlo?

Ante este manipulador se requiere la mayor vigilancia. Usted debe establece tus límites y afirma tu marco de ejercicio. No te dejes abusar o intimidar por amenazas, halagos o culpas: “Cuidado si…”, “Eres el mejor…” o incluso “Después de todo lo que he hecho por ti…”. Y sobre todo, ¡No te adaptes demasiado a sus peticiones!

Para mantener el compromiso del rey, expresa tu gratitud siempre que sea sincera. Y mida sus críticas: deben ser muy objetivas y hechas con parsimonia.

4/ El depredador

El depredador sufre una psicopatía primaria que encontramos entre 20 directivos del %, según un estudio realizado entre 261 directivos**.

¿Cómo reconocerlo?

El depredador es una personalidad narcisista, al igual que el rey. Se cree por encima de la ley, transgrede las normas y actúa inmoralmente sin poner límites. La mayoría de las veces adopta la máscara del encantador a primera vista. Hablador, socialmente hábil y excelente manipulador, explota a los demás. planeando fríamente tus acciones. Insensible y cínico, es malicioso con los demás. Mentiroso y egocéntrico, no se cuestiona.

Como un manager, el depredador se muestra incoherente. Infunde un sentimiento de inquietud y falta de libertad. Él divide y conquista.

¿Cómo gestionarlo?

Te enfrentas a un manipulador malicioso: debes aprende a protegerte !

Mantenlo alejado tanto física como psicológicamente:

  • no te quedes solo con él;
  • favorecer la comunicación escrita;
  • comunicarse objetiva y formalmente;
  • muéstrate emocionalmente desapegado;
  • no comparta información personal;
  • No busques reconocimiento ni simpatía.

* Evaluación de la personalidad aberrante en el coaching directivo: cuestiones de medición y tasas de prevalencia en todos los sectores laborales – De Fruyt, Wille (Universidad de Gante, Bélgica) y Furnham (University College London), Reino Unido) – 2013.

** Psicopatía corporativa: Entrando en la paradoja y saliendo ileso – Katarina Fritzon (Bond University, Australia), Nathan Brooks (Central Queensland University Townsville, Australia) y Simon Croom (San Diego University, EE. UU.) – 2016.

Nuestro experto

Stephanie ROELS

Gestión

Fundadora de la empresa Élysée Coaching, asesora a directivos y ejecutivos desde 2007 [...]

dominio asociado

Motivación, rendimiento del equipo

formación asociada

Gestión de personalidades difíciles en su equipo

Directivos: prevención y gestión de conflictos

Asertividad y firmeza