A la cabeza de un equipo operativo, el responsable local supervisa al tiempo que escucha las necesidades de su personal. Actúa como enlace entre la dirección y sus equipos. Es un puesto que requiere desarrollar un cierto sentido del equilibrio, basado en un amplio abanico de aptitudes y actitudes. ¿Cuáles son las competencias interpersonales esenciales? ¿Y cuáles son las mejores prácticas de gestión? Pascale Abekhzer, experta en liderazgo y comunicación directiva, nos lo explica.
¿Por qué un equilibrista? Un equilibrista es un hombre de circo o de espectáculo que domina el arte de mantener el equilibrio en situaciones difíciles o peligrosas. Por tanto, el equilibrista y el gestor local comparten cualidades idénticas, aunque en contextos diferentes.
Por ejemplo, Élise, jefa de equipo en una empresa tecnológica especializada en el desarrollo de programas informáticos innovadores, encarna a la perfección esta analogía. Es meticulosa y está muy atenta a las necesidades de la empresa, sus empleados y las exigencias del mercado.
Las tres cualidades clave de un gestor local para mantener el equilibrio
¿Habilidades directivas puras o habilidades blandas? Cuando se trata de gestión, los conceptos están entrelazados. Pero en todos los casos, el gestor local se beneficia del desarrollo o refuerzo de tres de ellas en particular.
Adaptabilidad
- El equilibrista debe adaptarse rápidamente a los cambios del entorno, como vientos o movimientos inesperados.
- El director local Debe ser flexible y capaz de adaptarse a los cambios del mercado, las nuevas tecnologías y la dinámica de los equipos.
El equipo de Élise se muestra reacio a utilizar el nuevo software. Así que Élise organiza una reunión para escuchar las preocupaciones de todos. Comunica las ventajas del cambio, que facilitará el trabajo a largo plazo, y presenta un plan de transición claro. A continuación, organiza sesiones de formación adaptadas a los distintos niveles de cualificación.
Concentración
- El equilibrista debe mantener una intensa concentración para evitar distracciones y mantener el equilibrio.
- El responsable local debe seguir centrándose en los objetivos a largo plazo al tiempo que gestiona las crisis y distracciones diarias.
Élise planifica sus tareas importantes por la mañana, cuando tiene más energía. Desactiva las notificaciones no esenciales. Define las horas en las que está disponible, que comunica a su equipo. Y también hace pausas regulares para practicar ejercicios de respiración. Esto le ayuda a evitar la fatiga mental y a reducir el estrés potencial.
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Gestión del estrés
- El equilibrista trabaja bajo una enorme presión para evitar cometer un error y caerse. Tiene que mantener un estado de calma interior para conservar su estabilidad física y mental, esencial para realizar movimientos precisos.
- El responsable local es responsable de muchos aspectos de la empresa, como el rendimiento del equipo, la satisfacción del cliente, el cumplimiento de los objetivos y la gestión de los recursos. Esto puede provocar fácilmente un aumento del estrés. Debe ocuparse de mantener su propio rendimiento y el de su equipo, así como un ambiente de trabajo positivo.
Élise ha adoptado un triple plan de acción para gestionar sus tareas. En primer lugar, delega tareas para evitar la sobrecarga. En segundo lugar, planifica sus tareas. En tercer lugar, prioriza sus tareas. Esto le permite gestionar su tiempo de forma más eficaz. También habla abiertamente con su equipo de los retos y las presiones para aliviar la carga emocional.
Comprender el papel del gestor local
El papel de gestor local también requiere cierta habilidad. liderazgo.
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¿Qué es el liderazgo? ¿Cuál es su estilo de liderazgo? ¿Qué técnicas puedes utilizar para dirigir a tus equipos sin dejar de estar alineado con tus valores y tu visión? ¿Cuáles son las claves prácticas para imponerse de forma positiva y carismática, respetando al mismo tiempo a los demás? En este seminario web, descubra cómo reforzar su postura directiva.
Algunas personas creen que el liderazgo es la capacidad del directivo para adaptarse a la madurez del empleado.
En otras palabras, lo que define a un gestor local es su capacidad para :
- apoye los resultados de su equipo
- equilibrar control y apoyo
- crear puntos de referencia y marcar el ritmo
- estimular, innovar y romper con la rutina
Para garantizar cohesión del equipo y hacer valer su papel, los gestores locales tienen tres obligaciones principales:
- informar/dar sentido
- soporte
- control
Una vez comprendidos estos principios fundamentales de la gestión, los directivos deben utilizarlos para alcanzar sus objetivos de la mejor manera posible. Y, en realidad, sólo hay un objetivo real:
Es decir, que sus empleados puedan progresar jerárquica o funcionalmente dentro del mismo departamento, en otro departamento o en otra empresa.
Gestión local, aplicación
Para empezar con buen pie, los directores locales deben empezar por sentar las bases de su equipo:
- definir un objetivo común
- aclarar las reglas de la vida
- determinar quién hace qué
- comunicar
Los reflejos correctos
El gestor local es un catalizador de la energía humana. Es capaz de decirse cada mañana al abrir la persiana: "hace buen tiempo". Haga el tiempo que haga.
(E=mc²: Eficacia = motivación x competencias x cultura compartida)
Ver el vaso medio lleno es una buena manera de dar a su equipo la energía que necesita.
Sin embargo, los directivos pueden comportarse de forma contraproducente.
Dos escollos a evitar
- Dejar demasiada autonomía a empleados con pocas competencias y escasa motivación.
- Ser demasiado prescriptivo con los empleados que necesitan iniciativa, autonomía o asumir riesgos.
Para evitar los escollos y abarcar todas las sutilezas de su función, los gestores locales pueden recurrir a una serie de herramientas y métodos.
1/ Técnicas de motivación
Escuchar, felicitar, animar...
Practicar la escucha activa en 4 pasos
Paso 1: Escuchar con atención
Presta toda tu atención a la persona que habla.
Mírala a los ojos y asiente de vez en cuando para demostrarle que la sigues.
Evita las distracciones.
Paso 2: Validar las emociones
Demuéstrale que entiendes cómo se siente.
Utiliza frases como :
"Puedo ver que estás molesto por esta situación".
"Pareces muy conmovido.
Esto demuestra que eres empático y que tienes en cuenta sus sentimientos.
Paso 3: Formular preguntas abiertas
Anima a la persona a ampliar su punto de vista haciéndole preguntas abiertas, como :
"¿Puedes decirme más sobre lo que sientes al respecto?"
"¿Cómo crees que podríamos resolver este problema juntos?".
De este modo, demuestra su interés y su voluntad de comprender plenamente su punto de vista.
Paso 4: Resumir y reformular
Cuando la persona haya terminado de hablar, resuma brevemente lo que ha dicho. Así le demostrarás que le has entendido.
Esto ayuda a aclarar malentendidos y a reforzar la comunicación.
Practicar la escucha activa le ayudará a mejorar su capacidad de comunicación.
¡Atrévete a felicitar!
Los elogios son esenciales para mantener motivados a los equipos, reforzar la confianza en sí mismos y promover una cultura de trabajo positiva.
Julie, desarrolladora de software, completó recientemente un proyecto complejo con una calidad excepcional, dentro de plazo y presupuesto. Es más, tomó la iniciativa de formar a un nuevo miembro del equipo, facilitando su integración.
¿Por qué felicitarla? Reforzar su actitud proactiva, su capacidad para gestionar proyectos complejos y su espíritu de equipo.
Al felicitarla ? Inmediatamente después de finalizar con éxito el proyecto y tras observar su compromiso de ayudar a un nuevo colega.
¿Cómo puedo felicitarla? De forma específica y puntual.
He aquí un ejemplo de felicitación para Julie:
"Julie, enhorabuena por tu excelente trabajo en este proyecto. Tu capacidad para cumplir los plazos manteniendo una calidad excepcional es impresionante, y tu ayuda al nuevo compañero demuestra tu verdadero espíritu de equipo. Gracias por tu dedicación, ¡sigue así!".
Tenga en cuenta lo siguiente: la forma variará en función de la situación y de la relación que tenga con la persona.
Por lo tanto, podría dar preferencia a las felicitaciones verbales para una acción rápida. Por ejemplo, justo después de una presentación con éxito. Las felicitaciones orales, más espontáneas, pueden ser abundantes. En cambio, podría preferir las felicitaciones escritas cuando necesite formalizarlas. Por ejemplo, un correo electrónico felicitando a alguien por un ascenso. Más duraderas, las felicitaciones escritas permiten estructurar y detallar las ideas.
[Formación] Dirigir y motivar a su equipo
Las estrategias de motivación se basan en la comunicación, la confianza, la cohesión y la capacitación mediante la delegación. Descubra cómo motivar a su equipo y aumentar su rendimiento.
2/ Afrontar los fracasos
Cuando los empleados fracasan, es importante transformar estas situaciones en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
6 pasos hacia la positividad y la gestión constructiva del fracaso
1/ Analizar el fracaso sin culpar
Discuta abiertamente las razones del fracaso, sin señalar a nadie.
2/ Identificar las lecciones aprendidas
Ayudar a aprender de la experiencia e identificar lo que podría hacerse de forma diferente en el futuro.
3/ Fomentar la resiliencia
Muestre empatía y anime a su personal a perseverar a pesar de los contratiempos.
4/ Reevalúe sus objetivos
Ajustar los objetivos, si es necesario, para garantizar que sean realistas y alcanzables (SMART).
5/ Ofrecer apoyo y recursos
Proporcionar los recursos, la formación y el apoyo necesarios para tener éxito.
6/ Reconozca sus esfuerzos
Valore el esfuerzo y el compromiso de sus empleados, incluso cuando fracasen.
El gestor local: un sutil equilibrio
El director local es un gran deportista. Imagínese a un gimnasta que tiene que ir y venir constantemente entre :
- actuar con rapidez y tomarse tiempo para reflexionar
- tomar decisiones e implicar a los empleados
- gestionar las operaciones cotidianas y mirar hacia el medio plazo
- garantizar la estabilidad e iniciar el cambio
- gestionar a cada individuo y gestionar un equipo
- conseguir resultados y mantener un buen clima
- hacerse respetar por sus colegas y ser apreciado
También es como un patinador artístico, con figuras obligatorias: los objetivos fijados por la empresa... Y figuras libres: objetivos e indicadores individualizados para desarrollar las competencias cualitativas de sus empleados.
Como un entrenador, organiza y dinamiza. Como un director de orquesta, marca el tono y dirige. Como un vendedor, debe mostrar a los empleados que les interesa alcanzar objetivos, participar en reuniones y entrevistas e implicarse en los cambios.
[Ponte a prueba] ¿Qué tipo de directivo eres?
No existe un perfil "ideal", pero conocerse a uno mismo y su estilo de gestión es una de las claves del éxito. Y esto es especialmente importante en determinadas situaciones. Por ejemplo, la gestión de ex compañeros tras un ascenso... Entonces, ¿qué tipo de directivo es usted? Descúbralo de forma divertida realizando el test.
En conclusión, el día a día de un gestor local no es fácil. Los peligros son muchos y variados. Ante empleados poco receptivos o situaciones especialmente complicadas de gestionar, la comunicación es su mejor baza.