Santo grial de la función pública, el éxito en las oposiciones suele atribuirse al repaso diligente o a la suerte. Centrada en el temario y la metodología, la preparación suele pasar por alto la estrategia, esencial si se dispone de poco tiempo. Jessica Boutault, ganadora de las oposiciones de Conservador de Bibliotecas Estatales y Territoriales, nos lo explica con más detalle.
¿Debes sumergirte en cuerpo y alma en repasos y simulacros de examen, o definir una estrategia para aprovechar al máximo el tiempo disponible? La segunda opción es la única que tienen los que ya se han embarcado en una carrera.
Preparación de oposiciones: una estrategia basada en una buena evaluación de la situación actual
El éxito de la preparación empieza siempre por hacer balance. Entender lo que espera el jurado es esencial. Esto le dará las claves de las pruebas y le ayudará a identificar qué cuerdas debe añadir a su arco.
Confíe en las expectativas de los jurados
En primer lugar, corrijamos un error generalizado: una oposición no es un ejercicio académico desvinculado de la realidad profesional. Es una entrevista de contratación. Su objetivo es seleccionar candidatos cuyas aptitudes y motivaciones enriquezcan la función pública y con los que el trabajo diario resulte fácil y fructífero.
Pero, en concreto, ¿qué intentan probar las pruebas?
Las instituciones que organizan las oposiciones dan a veces respuestas muy claras. Por ejemplo, el Centre national de la fonction publique territoriale (CNFPT) (Centro Nacional de la Función Pública Territorial) afirma a propósito de la concurso administrador territorial :
En las páginas web de los organizadores encontrará descripciones de las pruebas y del programa, informes de los jurados de sesiones anteriores y, a veces, algunas buenas ponencias. Preste mucha atención. Y tenga en cuenta que las instrucciones dadas para una oposición no se aplican necesariamente a otras, incluso para el mismo cuerpo o categoría laboral en dos administraciones públicas diferentes. Es el caso, por ejemplo, de las oposiciones a conservador de bibliotecas estatales y territoriales a las que me presenté.
Aprovecha tus fortalezas, llena tus vacíos
Una vez que haya identificado las expectativas de los jurados, evalúe su capacidad para satisfacerlas.
Examínate sin concesiones ni falsa modestia. Señala, con carácter prioritario, las habilidades y conocimientos de los que careces y sin los cuales no puedes tener éxito. A continuación, identifique las áreas en las que puede hacer progresos útiles: áreas en las que mejorar es fácil y ofrece un buen valor añadido. Por último, resume los puntos débiles que crees que no te llevarán automáticamente al fracaso, pero también tus puntos fuertes: este buen punto de partida te dará confianza.
Habrá definido cuatro categorías, que se tratarán por orden de prioridad:
- lo esencial ;
- lo útil ;
- brechas aceptables;
- adquirida.
Preparar bien las oposiciones: la estrategia ganadora
Preparación de oposiciones: un plan de acción a medida
Ahora elabora un plan de revisión basado en tu situación y perfil personales.
Gestione su tiempo
En primer lugar, averigua de cuánto tiempo dispones hasta las primeras pruebas. A continuación, calcula cuánto tiempo puedes dedicar de forma realista a tu preparación, asegurándote de que descansas lo suficiente. Márcate hitos, fechas en las que dejarás una asignatura por otra, tanto si crees que la dominas como si no. Esto te ayudará a evitar los puntos muertos.
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Entrenar para dominar las técnicas
Trabaje la metodología de las pruebas utilizando documentación que encontrará en Internet o en librerías, informes de jurados y, si es posible, buenos documentos. No se deje encerrar en un método que se presenta como único e ideal, sino identifique el que más le conviene.
Por ejemplo, al redactar un resumen o un informe, puedes subrayar o anotar los textos a medida que los lees o, por el contrario, organizar directamente tus notas. El primer método es más lento, porque hay que seleccionar y clasificar la información, pero permite desarrollar el análisis y, por tanto, el plan. El segundo método te compromete a seguir un plan desde el principio, lo que te ahorra una cantidad de tiempo considerable, pero con el riesgo de descubrir demasiado tarde que has tomado el camino equivocado.
Sea cual sea el que te recomienden, el mejor método es el que utilices con más éxito. Por eso experimentar es tan esencial como hacer simulacros de examen.
Practicando también podrás comprobar que sabes cumplir los plazos. Un trabajo inacabado es sinónimo de fracaso. Y una falta de conclusión siempre dará lugar a una nota más baja, incluso cuando la descripción del examen permita esta posibilidad, porque sugiere que te has quedado sin tiempo.
Mejore sus conocimientos, su saber hacer y sus habilidades interpersonales
La institución que organiza la oposición publica el programa de estudios y, en ocasiones, recursos útiles. Las competencias profesionales (sobre todo internas), un buen conocimiento de su futuro entorno profesional, de la función pública y de la actualidad política y cultural siempre forman parte de los requisitos. Comprender a qué corresponden las categorías A, B y C le ayudará a identificar el nivel de conocimientos que se espera de usted. También se evaluarán su motivación y actitud como funcionario.
Si quieres prepararte para el largo camino sin quedarte sin fuerzas, asegúrate de tener mucha información de fondo. Elige podcasts sobre France Culture o conferencias TED para acompañar tus tareas domésticas, lee novelas y ensayos históricos, visita museos, ve al cine, al teatro o a un concierto... Mantendrás la motivación y memorizarás mejor combinando trabajo y placer.
En resumen, el éxito en las oposiciones es el resultado de la correspondencia entre una necesidad de contratación y un perfil bien ajustado. Compare sus puntos fuertes y débiles con las expectativas del tribunal y adáptese en consecuencia. Un plan de formación realista y eficaz le permitirá desarrollar sus competencias. Sígalo rigurosamente, pero sin agotarse, para sobresalir el día de las pruebas.