Todos queremos que nos entiendan. El mundo profesional exige, incluso más que en otros lugares, una comunicación impecable y clara, ya sea oral, escrita, paraverbal, etc. Pero, ¿cómo podemos mejorar el impacto de nuestra comunicación personal en el lugar de trabajo?
En el lugar de trabajo, la comunicación es esencial y debe ser asertiva. Adopta todas las formas posibles: oral (entrevistas, presentaciones, intercambios informales, etc.), escrita (correo electrónico, chat, etc.), cara a cara o a distancia (Teams, Zoom, etc.).
Conocerse mejor a uno mismo y saber escuchar a los demás, aprender los puntos clave de la comunicación escrita, gestionar la confianza en uno mismo y el miedo escénico, ser consciente de la comunicación no verbal, conocer las bases para manejar situaciones delicadas... estos son los puntos principales que Sandrine Bertrand, experta en comunicación y desarrollo personal, aborda en este artículo.
Escucharse a sí mismo y a los demás para una buena comunicación personal
Para ser un buen comunicador, primero tienes que conocerte a ti mismo. El autodescubrimiento es un proceso interminable, ya que sigue los ciclos de la vida y los cambios constantes que ésta nos impone. Aunque es imposible conocernos "por completo", es importante saber "quiénes somos". Conocer nuestros estereotipos y prejuicios y comprender nuestra propia forma de trabajar, para poder dar un paso atrás cuando sea necesario, son claves para saber escuchar a los demás.
Conocerse a sí mismo permite escuchar a los demás y adaptar la propia comunicación. Estas son las puertas de entrada para mejorar el impacto de la comunicación personal en el lugar de trabajo. El concepto de escucha activa está totalmente orientado en esta dirección. Favorece la escucha con neutralidad, sin juicios ni interpretaciones. Saber escuchar y observar atentamente a la otra persona te permite analizar e interpretar mejor a las personas y las situaciones. Esto le ayuda a comprender mejor a su interlocutor y a limitar las interpretaciones erróneas.
- Formación : escucha activa comunicar mejor
De lo verbal a lo no verbal
Cuando nos comunicamos oralmente, nos expresamos a través de nuestro lenguaje verbal, paraverbal y no verbal. El lenguaje verbal abarca el vocabulario y las expresiones que utilizamos. Naturalmente, se complementa con el lenguaje paraverbal: entonación, ritmo, fluidez de la voz, etc. Se calcula que el lenguaje verbal y el lenguaje paraverbal representan en conjunto el 34% del impacto de una comunicación. La elección de las palabras, que deben adaptarse a la persona con la que se habla, es por tanto crucial. Ser audible y tener una buena elocución son aspectos a tener en cuenta. Trabajar la expresión oral es esencial. Practicar (a ser posible grabándose) la lectura de textos en voz alta, variando la entonación y el ritmo, jugando con los silencios, etc., puede ayudar mucho. Esto les ayuda a acostumbrarse a expresarse de distintas maneras. Y no hay que olvidar los famosos "calcetines de archiduquesa": articular bien ayuda a fluir mejor y ralentiza el ritmo (que suele ser demasiado rápido cuando se está nervioso).
Lo no verbal, lo que no se oye es lo que más se siente
Pero si lo verbal y lo paraverbal tienen un impacto de 34%, ¿dónde están los 66% restantes? La respuesta está en el lenguaje no verbal. Gestos, actitudes, expresiones faciales, miradas... son bazas a la hora de comunicar. La conclusión es unánime: el lenguaje no verbal es muy importante en las interacciones. Cuidar la postura y la imagen que se quiere proyectar es esencial. También en este caso suele ser útil practicar: grabándote a ti mismo, por ejemplo, o con la ayuda de un colega de buen corazón que pueda señalarte lo que no va bien.
En un teatro hay que mirar al público, trabajar la sonrisa es importante y "hablar con el cuerpo" suele cautivar. Practica y actúa en casa. Nunca olvides una cosa: ¡tu cuerpo dice la verdad! Expresa cómo eres y cómo te sientes durante tu discurso. De ahí la importancia de trabajar sobre ti mismo si estás muy nervioso.
En situaciones de comunicación a distancia, es preferible dar prioridad a los intercambios que sean vía una cámara. Así serás plenamente consciente de las reacciones de la otra persona y podrás ajustar tu comportamiento en consecuencia. En el caso de un intercambio con un grupo, si eres tú quien "dirige el baile", encuádrate al menos por debajo del pecho, para que podamos ver tus manos y brazos acompañando tus expresiones. Esto te ayudará a ser más eficaz a la hora de captar y mantener la atención durante más tiempo.
Comunicación personal: ¿cuestión de confianza en uno mismo?
La comunicación asertiva en el lugar de trabajo es fundamental para establecer buenas relaciones e interacciones eficaces. Esto significa hacerse valer sin ser agresivo, no ser autoflagelante, saber pedir sin ser brutal o demasiado autoritario, gestionar las emociones, conocer los propios límites y respetarlos, respetando al mismo tiempo los de los demás. Visite la confianza en uno mismo es el motor de la asertividad.
Dependiendo de nuestra cultura y modelo social, no estamos necesariamente bien equipados para afrontar esta situación. "Reforzar la mente, trabajar la respiración y dejarse llevar son vías a explorar para mejorar potencialmente la situación. Todo el mundo puede aprender a reconocer, aceptar y dominar sus miedos y su estrés, y transformarlos en energía positiva. La clave está en querer hacerlo.
- formación : asertividad y firmeza
¿Es la comunicación escrita un riesgo?
La comunicación escrita es un medio eficaz para dejar constancia de la información importante en los negocios, pero tiene tantas ventajas como puntos a tener en cuenta. Los principales medios de comunicación utilizados habitualmente en los negocios son
Correo electrónico
Para dar lo mejor de sí, un correo electrónico debe estar redactado de forma concisa y tener un asunto preciso. Cuidado con los destinatarios No hay nada más molesto que recibir una copia de un correo que no te concierne: es una pérdida de tiempo segura y distrae tu concentración. Si tienes mucha información que enviar, ponla en un archivo adjunto. Por último, ¡cuidado con las palabras! El riesgo más importante de este método de comunicación es la mala interpretación.
Chat
Muy útil para intercambios rápidos, instantáneos y a menudo más informales que el correo electrónico, el chat se ha hecho un hueco en el panorama profesional actual. También es una buena manera de comunicarse de forma más ligera y distendida.
- formación : mejore su redacción profesional
Gestionar una situación delicada
En cualquier caso, una mala comunicación puede llevar a una situación delicada. Es importante recordar que la violencia verbal es contraproducente y sólo empeora las cosas. Para gestionar este tipo de situaciones de la manera más eficaz posible, se recomiendan algunas reglas básicas:
- escucha antes de reaccionar ;
- resistir la tentación de responder a amenazas o ataques personales ;
- gestionar las emociones, dar un paso atrás, mantener la calma y cuidar ;
- Comprender las emociones de los demás (muy a menudo, amenaza = miedo de la otra persona/agresividad = falta de confianza en sí mismo o dolor/rechazo = quieren otra cosa, etc.);
- entender primero lo que quiere decir la otra persona antes de intentar hacerse entender;
- utilizar argumentos basados en hechos ;
- reformular ;
- encontrar un consenso, conseguir un "sí"...
- formación : controle sus emociones para ser más eficaz
Como habrá podido comprobar, la buena comunicación es un arte. A lo largo de nuestra vida, podemos optimizar nuestras capacidades en este ámbito. Existen numerosos cursos de formación que le ayudarán a mejorar su potencial. No lo dude, ¡formarse significa aprender y crecer!